Federico Nietzsche: Así habló Zaratustra.

La obra más grande escrita por Nietzsche es sin duda "su Zaratustra" como él mismo la llama. En este libro diabólico y santo el filósofo hace gala de su auténtica sabiduría y de su plenitud interior desarrollando en largos párrafos una lluvia incesante de ideas en las que, metafóricamente, deja bastante claro la estupidez de los sabios pues su conocimiento es pesimista y arraigado a la cárcel de la finalidad: la voluntad de Dios. Pero este Dios cristiano "ha muerto" porque  Zaratustra lo ha vencido y nos ha redimido del cielo cristiano y su camino de virtudes. Pero sin una finalidad nos queda el azar que es incluso más terrible que la prisión del camino virtuoso, entonces el filósofo nos enseña a jugar con el azar como si fuésemos niños (y antes de ser niños hemos de ser camellos, leones y finalmente niños, léase "las tres transformaciones") y a aceptar esta libertad para crear nosotros mismos el sentido a la vida: el sentido de la tierra. Un sentido ligado al mundo terrenal y no al mas allá después de la muerte. Y de esta manera nace el Superhombre. ¿Es un sabio? puede, en todo caso es una sabiduria que se rie y desprecia la angustia existencial. ¿Y es un virtuoso? Nunca pues el virtuoso es el defensor de las antiguas tablas de valores y por tanto no es un creador: el superhombre es el que rompe esas  viejas tablas: un transmutador de todos los valores ( en realidad de los valores judeo-cristianos hacia unos valores de corte clásico, grecorromanos) ¿Y que ocurre con el Nihilismo? La nada es el camino de los que no se han encontrado a sí mismos, del hombre masa (de la sociedad actual) y de los que no saben qué quieren y caminan hacia el vacio. ¿Y la cultura? Hoy hasta la cultura apesta. Hasta la chusma es ingeniosa y hay chusma a la que le de por leer y escribir que, además, defiende con ahínco ese amasijo de ideas modernas con sus modernas estupideces y su  aburrido bienestar digno de lástima. Y hablando de la chusma, ¿cuántos hay que se retiraron lejos de la sociedad solo por evitar el contacto con la chusma? ¿No hay individuos enajenados porque no soportan la sociedad y que tampoco se soportan a si mismos porque son productos de esa misma sociedad?¿Es creador el nihilista, y el sabio, y la chusma, y los virtuosos, y los amantes de la mediocre igualdad? No, solo el superhombre es creador pero antes tiene que crearse a sí mismo. ¿Y qué es el superhombre? ya ha habido antecedentes: ha sido una planta que ha vivido poco tiempo pero que ha dejado lo más bello creado por el hombre. El hombre es ese puente tendido entre el animal y el superhombre. El  hombre es algo que ha de ser superado. El Renacimiento ha sido una época en la que ha florecido el superhombre: Miguel ángel Buonarroti, Erasmo, Tomás Moro o Dante por nombrar algunos han sido un maravilloso ejemplo. También merecen atención  Cervantes, Pico della Mirándola,  Shakespeare, o Napoleón, algo más tardíamente.

Os dejo un breve fragmento de esta maravillosa obra que recomiendo sin ninguna duda:

    Cuando Zaratustra llegó a la primera ciudad que se alzaba al borde del bosque, encontró en la plaza a un gran genio que había reunido para presenciar la actuación de un volatinero. Y Zaratustra se dirigió a la  gente diciendo:
     Yo os muestro al superhombre. El hombre es algo que hay que superar. ¿ Qué habéis hecho para superarlo? Hasta ahora todos los seres han creado algo que estaba por encima de ellos mismos. ¿ Es que  vosotros queréis ser el reflujo  de esa inmensa marea y regresar al animal en vez de superar al hombre? ¿Qué es el mono para el hombre? Un  motivo de risa o una dolorosa vergüenza. Habéis recorrido el camino que va  del gusano al hombre, y todavía hay en vosotros  mucho de gusanos. En otro tiempo fuisteis monos, y aún hoy el hombre es el más mono de todos los monos. El más sabio de vosotros no es más que un ser dividido, un híbrido de planta y de fantasma. Pero, ¿ os estoy exhortando a que os convirtáis en fantasmas o en plantas?.
    ¡Yo os muestro al superhombre! El superhombre es el sentido de la tierra. Yo os exhorto, hermanos, a que permanezcais fieles a la tierra y que no creáis a quienes os hablan de esperanzas ultraterrenas. Consciente o incoscientemente, esos tales son unos envenenadores. Desprecian la vida, son moribundos y ellos mismos están envenenados. La tierra está cansada de ellos. ¡Qué se mueran ya de una vez!.
    En otros tiempos, ofender a Dios era el mayor de los delitos, pero Dios ha muerto y con él ha muerto también esos pecadores. Ahora lo más terrible es pecar contra la tierra y valorar más las entrañas de lo inexcrutable que el sentido de aquella. En otros tiempos, el alma despreciaba al cuerpo, y tenían en gran estima ese desprecio. El alma prefería un cuerpo flaco, repugnante y esquelético. De este modo se trataba de evadirse del cuerpo y de la tierra. Pero ese alma era flaca, repugnante y esquelética, y su mayor placer era obrar con crueldad.
     Y ahora contestadme, hermanos, ¿Qué os dice vuestra alma de vuestro cuerpo? ¿Acaso no es vuestra alma miseria, suciedad y un bienestar digno de lástima? Realmente, el hombre es un río sucio. Hace falta ser un mar para poder recoger un rio sucio sin ensuciarse a su vez.
   Quién tenga oídos para oír que oiga.


  Así habló Zaratustra.


Continuará...